Nuestra película sigue a Angelo, Mery, Rosy y Giada, cuatro niños de once años que viven en Danisinni, un viejo barrio aislado de Palermo. En medio de la plaza principal, hay un jardín de infancia abandonado, un lugar que se cree que está embrujado, que todos evitan y utilizan como un vertedero. Los niños lo exploran y deciden transformar una de las habitaciones abandonadas del edificio en su refugio secreto. A medida que pasan los días, el jardín de infancia se vuelve más limpio, más decorado e íntimo; pasa de ser un simple parque de juegos a un espacio seguro donde pueden escapar de la mirada de los demás, compartir sus miedos y dejar que su imaginación vuele libre sin sentirse juzgados. Detrás de sus fantasías, aprendemos más sobre sus vidas y su comunidad: el miedo de Mery a crecer, la necesidad de amor y reconocimiento de Rosy, la incapacidad de Angelo para adaptarse a las normas sociales del barrio. Pero esta isla de libertad no durará mucho: después de quince años de espera, gracias en parte a la perseverancia de Fra Mauro Bilella, un sacerdote de la calle que siempre ha vivido en Danisinni, el jardín de infancia será renovado por el municipio de Palermo para convertirse en un jardín de infancia y un centro de asesoramiento, un lugar simbólico para comenzar la rehabilitación del barrio. Sin embargo, al final del verano, los niños tendrán que dejar su refugio.