Romina cuenta la historia de una joven que creció en Bolonia y lleva una vida normal de trabajo, deporte y salidas nocturnas con amigos, que da un giro inesperado y dramático cuando su madre, Berta, es arrestada. La trama explora no solo los asuntos familiares de la protagonista, sino también la compleja red social de los suburbios que la rodean. Ambientada en Bolonia, Romina podría tener lugar en cualquier metrópolis occidental, ya que refleja una realidad universal: la precariedad de la vida suburbana moderna. Y a través del encarcelamiento de Berta, se pone de manifiesto la injusticia del sistema penitenciario, un aspecto controvertido de nuestra sociedad. Romina ofrece un retrato realista de la vida urbana, compuesta por la fragilidad social, la precariedad y la prisión.